El café de México, tradición que permanece

El primer registro creíble del consumo humano del café data del siglo XV en el actual Yemen; y, aunque no se tiene conocimiento exacto de donde inició su cultivo, a través de antiguos mitos y leyendas se ha inducido que éste nació en Etiopía, a penas a unos kilómetros de la península Arábica. Para el siglo XVI ya habría llegado al Medio Oriente, viajaría a Italia gracias a las conexiones de Turquía y Egipto con Venecia y, más temprano que tarde, el café sería una de las costumbres más arraigadas al mundo occidental.

Los españoles lo llevaron a Cuba, los franceses a sus posesiones en el Caribe; el comercio con el territorio más importante de España en América lo llevó a tierras veracruzanas. Córdoba es reconocida como la primera zona en la que el café dio buenos resultados en México, su adaptación al suelo y a las tradiciones locales, así como su rentabilidad fueron factores que causaron que, rápidamente, hubiera cafetales en los estados vecinos de Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Hoy, el café es un cultivo estratégico de México, su producción emplea a más de 500 mil productores en 14 estados.


De México para el mundo

A pesar de que la producción de café mexicano ha reducido sus cantidades dentro de la última década, los agricultores han optado por procesos que aumentan considerablemente la calidad de los granos que producen. Las buenas prácticas como la sustentabilidad, amabilidad con el medio ambiente, procedimientos orgánicos y salarios justos a los trabajadores han sido factores que han aumentado el precio comercial del café mexicano en el mundo, y que al mismo tiempo han atraído la mirada de grandes compañías internacionales.

México es uno de los pocos países del planeta reconocidos por exportar principalmente café de calidad gourmet, sus granos están presentes en cinco continentes, aunque la mayoría va a Estados Unidos. Además, aquí se produce y consume la mayor parte del café soluble del mundo entero, tendencia que, aunque está a la baja desde hace unos años, sigue muy presente entre los consumidores cotidianos de café en el país.


Tendencias de consumo

Las nuevas generaciones han aumentado considerablemente su consumo de café en los últimos años; es uno de los productos más afectados por el llamado «empuje millenial», y es que campañas y marcas internacionales han otorgado un nuevo significado al consumo de esta bebida. Cada vez son más las personas menores de 30 años que aseguran beber más de una taza al día y que demuestran mayor interés por el origen de los granos, así como los métodos de extracción con los que se elabora.

Uno de los principales retos que el café mexicano enfrentará dentro de los próximos años será la alta demanda en comparación con una producción cada vez menor. Pero el problema no será únicamente de México, ya que la alta en el consumo mundial afecta a todos los mercados productores y, de no tomarse medidas como un consumo responsable, que va desde compra de marcas que toman conciencia social y ambiental hasta el apoyo de productores locales, podríamos enfrentarnos a un problema de abasto en unas décadas.


Algunos datos

Actualmente se consumen 1.3 kg per cápita anuales en nuestro país, mismos que se satisfacen con la producción nacional. De las 730 mil ha de café plantadas, más de 98 % se cultivan de manera no mecanizada, es decir, todo el proceso se realiza a mano. Aproximadamente, el 53 % de todas las exportaciones mexicanas de café se dirigen a Estados Unidos, repartiéndose el resto entre la Unión Europea, Japón, Cuba y Canadá.

En el año 2016 se redefinió la política del gobierno con respecto a la producción y exportación de café mexicano debido a la baja internacional de sus precios, así como el aumento de la roya, una enfermedad que afecta a los cafetales que redujo casi 50 % la producción total de café en nuestro país.

Los cafetales mexicanos son cuna de algunos de los granos más apreciados en el mundo gracias a sus características climáticas y de suelo y, por desgracia, muchos de éstos son cosechados y exportados por empresas transnacionales a las que el mercado mexicano ni siquiera tiene acceso. Sin embargo, es posible encontrar marcas extraordinarias que trabajan el café mexicano respetando toda la dignidad de sus productores, el equilibrio de sus ecosistemas y el bolsillo de los consumidores.

Acércate al café mexicano y conoce sus variedades, estamos seguros de que hay una para ti.


por Gonzalo G. Ehnis