Con estos 10 sencillos pasos harás la diferencia y conseguirás una taza de café de calidad.
- Cuenta con café de buena calidad y fresco.
El café, al igual que muchos otros alimentos, se deteriora con el tiempo, en la medida en que está expuesto al oxígeno. Cualquier café que compres en el supermercado seguramente no cumple con esta condición.
- Intenta moler el café justo antes de prepararlo.
Usar café que esté recién molido conserva las cualidades del fruto, su aroma y sabor son más intensos. Comprar un molinillo para tu casa posiblemente sea una de las cosas que más ayudará a mejorar tu café. Pero si no lo tienes, asegúrate que el café sea fresco y que la molienda sea la adecuada para tu cafetera.
- Usa 10 gramos de café por cada 160 gramos de agua.
Para preparar tu café siempre ten en mente la relación de 1 a 16 entre café y agua (excepto si tienes una máquina de espresso). Si no tienes una balanza en tu cocina, puedes calcular con una cuchara de té bien llena (10g de café).
- Prepara un buen café usando agua bien caliente.
Idealmente es recomendable calentar el agua alrededor de 95 grados, para poder disolver las partes del café que son solubles, y que no resulte un café débil o con poco sabor. Luego déjalo reposar entre 7 u 8 minutos.
- Asegúrate que tu cafetera esté bien limpia.
Si tu cafetera o tus filtros tienen restos, ese café residual va a volver a pasarse por agua haciendo que tu taza quede muy amarga.
- Si te gusta tomar café con leche, utiliza poca leche.
Para que tu bebida no quede demasiado diluida, asegúrate que la cantidad de leche no represente más que el 10% del total.
- Toma el café en el momento en que lo preparas.
El café debe ser bebido justo después de su preparación. No se debe re-calentar ni dejarlo en ningún tipo de recipiente que se someta a calor o fuego. Si quieres mantener tu café rico por hasta 1 hora, puedes conservarlo en un termo.
- Almacena tu café en una alacena.
Conserva tu café en una buena bolsa que pueda cerrarse y déjalo en una alacena. Las mejores bolsas son la de papel de aluminio que traen zipper o cualquier otro mecanismo que te permita volver a cerrar la bolsa herméticamente, en un espacio a temperatura ambiente sin luz directa.
- Reduce el azúcar gradualmente.
El café de buena calidad no necesita ser bebido con azúcar ni con ningún otro endulzante. La mayoría de los cafés que consigues en un supermercado, son cafés a los que se les agrega hasta un 15% de azúcar.
- Dale tiempo y disfruta.
Si no estás acostumbrado a beber café de calidad es importante que vayas educando tu paladar gradualmente. Con el correr del tiempo irás ajustando estos pasos a tu gusto, en la medida que vayas experimentando nuevas variedades y modos de preparación.
¡Bienvenido a esta esta deliciosa aventura! Te invitamos a que descubras más sobre nuestro café orgánico, puro, gourmet y sobre todo mexicano.
